Día 2: Niagara Falls

Kilómetros aproximados: 95.

A las 6 y algo nos comenzó a despertar el jet-lag, pero como era pronto nos quedamos un rato en la cama; mientras aprovechamos para contactar con la familia y consultar el tiempo.

Tras las reparadoras duchas, salimos del hotel a las 8’15, pero tardamos casi media hora en organizar el maletero correctamente, para que las maletas se movieran lo menos posible; también aprovechamos para revisar algunas cosas del coche, como la luz trasera que estaba apagada.



Desayunamos en Tim Hortons (que estaba al lado del McDonald’s de anoche), pedimos capuchinos y chocolates, que acompañamos de una docena donuts, para empezar el día con una buena dosis de calorías; el desayuno nos costó 29 C$ (unos 3 € por persona).


Luego pasamos por el supermercado de al lado a por provisiones de agua, y a las 9’45 nos pusimos en marcha. Nos retrasamos un poco porque estuvimos (más bien, estuvo Luis) conectando el móvil al coche con Android Auto, cosa que venía muy bien porque así desde la tercera fila se podía ver perfectamente en la pantalla del coche, el mapa, con los tiempos y distancias. En una horita llegamos a Niagara Falls, hacía un estupendo día soleado.

El río Niágara y sus famosas cataratas marcan la frontera entre Estados Unidos y Canadá, más concretamente entre los estados de Nueva York y Ontario. Comprenden tres cataratas: la «catarata canadiense» (Ontario), la «catarata estadounidense» (Nueva York) y la «catarata Velo de Novia» que es más pequeña. Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias y son las más voluminosas de América del Norte, con una caída aproximadamente de 60 metros. Niágara significa “Trueno de Agua” en la lengua de los iroqueses, los nativos americanos que ocupaban esta zona. Aquí se filmaron escenas de algunas películas como “Superman” y “Niagara”, esta última protagonizada por Marilyn Monroe. Alrededor del 20% del agua potable en los Estados Unidos pasa por las Cataratas del Niágara; en la actualidad, la mitad del agua es desviada antes de llegar a las cataratas para generar electricidad en los Estados Unidos y Canadá.

Fuimos directos con el coche al SPANISH AERO CAR, diseñado por el ingeniero español Leonardo Torres Quevedo, en funcionamiento desde 1916; este teleférico está suspendido de seis cables y ofrece vistas espectaculares. Precio: 18 C$ con impuestos. Horario: 10 a 17.





La verdad que lo hacen muy bien, porque para la vuelta te cambian de lado, así ves las dos partes; un detalle que nos gustó mucho. El trayecto ida y vuelta serán unos 10 minutos.

Regresamos al coche, y al WHITE WATER WALK, te bajan en ascensor a un paseo junto al Río Niagara, que vas a ver y sobre todo escuchar bien cerca, como ruge el río; nos gustó mucho verlo tan cerca y escuchar lo ruidoso que es. El paseo en realidad son 10 minutos, lo que vas a tardar es lo que te entretengas con las fotos. Precio: 14 C$. Horario: 9’30 a 17. Incluido en Niagara Falls Adventure Pass Classic. Aquí activamos nuestro pase, lo compramos antes del viaje.







El pase Niagara Falls Adventure Pass Classic nos costó a cada uno 73 C$ con impuestos (50 €) e incluye las principales atracciones de Niagara Falls: Hornblower Niagara Cruises (el barco), Journey Behind The Falls (observatorio tras la catarata), Niagara's Fury (película en 4D) y White Water Walk (paseo junto al río); también incluye el bus WEGO y descuentos. Es válido para dos días consecutivos.

Aquí nos enfrentamos a nuestro primer parquímetro del viaje (este 2’25 C$ cada hora), y tuvimos que poner la matricula en el ticket; esto es algo que se fue repitiendo en los días siguientes, en la mayoría de los parquímetros, había que teclear la matrícula en la máquina y ya te salía al imprimir.

Luego fuimos al hotel DAYS INN BY WYNDHAM NIAGARA FALLS, pero todavía no estaba ninguna de las habitaciones, así que dejamos las maletas en la consigna. Cogimos el coche y fuimos al parking que hay cerca del Table Rock Welcome Centre; tarifa diaria 20 C$.

Conforme te vas acercando a la catarata se oye rugir y quedas bajo la bruma.


Seguimos paseando, parando cada pocos metros a hacernos fotos.

Catarata americana


Catarata canadiense




Decidimos que como a esas horas hacía muy buena temperatura, era el mejor momento para ir a HORNBLOWER NIAGARA CRUISES, que es el barco que te acerca a la catarata. Precio: 26 C$. Horario: 8’30 a 20’30 (entre 10’30 a 16’00, la frecuencia es cada 15 minutos, el resto del tiempo cada 30). Incluido en Niagara Falls Adventure Pass Classic. Aquí te dan un chubasquero rojo.





Que momentos más divertidos pasamos aquí, verte la catarata cada vez más cerca va acojonando, y cuando llegó al remolino de agua con la bruma, mientras nos estábamos mojando, que panzada de reír, diciendo, vale ya la hemos visto, da la vuelta. Nos mojamos un poco los bajos de los pantalones nada más. Este paseo en barco es algo que no te puedes perder en la visita a Niagara Falls.

Al salir del barco, vimos una terraza en la que había algo para comer, y que tenía unos precios razonables, así que comimos allí, pedimos hamburguesas y Nuggets, que junto con las bebidas nos costó 90 C$ (unos 10 € por persona), un precio que no estaba mal para estar a la salida del barco. Además allí entre un poco de sol y un poco de sombra, nos secamos.

Regresamos sobre nuestros pasos y paramos en la SKYLON TOWER, esta torre con una altura de 236 metros, tiene unas estupendas vistas sobre las cataratas; se llega en ascensores acristalados exteriores en 52 segundos. Precio Day/Night Pass: 17 C$ con impuestos (12 €), que incluye un ascenso de día y uno de noche. Horario: 8 a 24. Algo que tampoco te debes de perder, nos gustó mucho. También lo compramos antes del viaje.









Paseamos de nuevo junto a las cataratas y seguimos con más fotos.



Regresamos al complejo Table Rock Welcome Centre, puesto que dentro de este edificio se encuentra la entrada de Journey Behind The Falls (observatorio tras la catarata), y Niagara's Fury (película en 4D), que se suponía cerraban a las 7 de la tarde, pero tuvimos mala suerte y por celebración de un evento cerraron a las 5 y ya no pudimos entrar a ninguna de las dos cosas. Así que al final salimos perdiendo porque solo con el barco y el paseo, nos salió más caro, puesto que Journey Behind The Falls eran 14 C$ y Niagara’s Fury eran 16 C$, y si no subes a las cuatro cosas no sale a cuenta. Pero bueno cosas que pasan.


Así que ya no había nada más que hacer por allí, regresamos al coche y fuimos al hotel, hicimos el check-in, descansamos poco más de media hora, y salimos a dar una vuelta por los alrededores.


Cuando comenzaba a anochecer fuimos andando a la SKYLON TOWER, de noche la visita fue bastante breve, porque el viento era considerable; nos pareció muy bonita también la vista de noche.




Luego bajamos al paseo y volvimos andando hacia la zona del hotel.


Nos acercamos a la colorida e iluminada calle Clifton Hill, llena de curiosos edificios con neones por todas partes, y todo tipo de atracciones.







Y por allí cenamos en Kelseys, la cena fue muy variada, pedimos espaguetis, alitas, salmón y medios costillares, que junto con las bebidas nos costó 170 C$ incluida un pequeña propina (salimos a unos 20 €), la cena estuvo bastante bien.




Luego heladitos y al hotel; para empezar el viaje este primer día en Niagara estuvo muy bien.

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